Los precios al consumo brasileños se mantienen prácticamente estables en julio frente a junio: encuesta de Reuters

Por Gabriel Burín

Reuters

Se prevé que el índice de inflación IPCA, que se publicará el viernes 11 de agosto, haya subido un 0,07% el mes pasado, según la estimación mediana de 21 economistas encuestados del 2 al 7 de agosto, tras una lectura del -0,08% en junio. Eso elevaría la tasa anual al 3,93% desde el 3,16%.

Sin embargo, ese repunte esperado está relacionado con efectos de base más que con una reactivación de presiones inflacionarias más profundas, en línea con el plan del banco central brasileño de llevar a cabo una serie de recortes moderados de las tasas después de un movimiento inicial la semana pasada.

"Vemos otra mejora gradual en la inflación subyacente en un lento proceso de desinflación, con todos los indicadores básicos manteniendo este buen impulso", escribieron los analistas de Santander en un informe, añadiendo que esto probablemente se deba a los precios de los bienes.

"Además, los índices de servicios y de servicios básicos también mejoraron... aunque seguirán estando considerablemente por encima del objetivo de inflación", señalaron los analistas.

Brasil está disfrutando de tendencias benignas de inflación de alimentos resultantes de una cosecha sin precedentes que puede repetirse la próxima temporada, siempre que la vasta producción de cereales y oleaginosas del país no se vea afectada por el impacto del patrón climático de El Niño.

Si bien la economía número uno de América Latina está menos expuesta geográficamente a los efectos del fenómeno climático que se origina en el Océano Pacífico, podría sufrir de todos modos si los mercados mundiales de productos básicos se ven afectados.

Pero tal escenario está ausente en las previsiones de inflación a medio plazo, que siguen disminuyendo gradualmente en las encuestas semanales del banco central, acercándose al objetivo oficial del 3,25% con un margen de 1,5 puntos porcentuales.

Además de ayudar a abrir una ventana para los muy esperados recortes de las tasas de interés, la estabilidad de los precios de los alimentos facilita la iniciativa del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de aumentar nuevamente los impuestos a los combustibles en un intento por fortalecer las cuentas públicas de Brasil.

Este sigue siendo el frente más difícil, ya que cualquier desviación presupuestaria excesiva podría comenzar a manifestarse en forma de mayores expectativas de inflación a través de precios potencialmente más bajos de la deuda pública y debilidad de la moneda nacional.

Si bien la administración continúa aumentando lentamente el gasto social para cumplir las promesas de campaña de Lula, algunas decepciones con las medidas para aumentar los ingresos han hecho que al gobierno de Brasil le resulte más difícil equilibrar su presupuesto.

(Reportes y encuestas de Gabriel Burin; Editado por Ross Finley y Jan Harvey)